Mis amigos :

miércoles, 29 de mayo de 2013

Si encuentras a una persona así, a quien puedas abrazar, con la que puedas cerrar los ojos a todo lo demás, puedes considerarte muy afortunado, aunque solo dure un minuto, una hora, un día.


Llevo meses haciendo cosas porque tú me las has dicho, llevo mucho tiempo descubriendo cosas increíbles gracias a ti. Me he enamorado entre comillas de personas porque son similares a ti. Formas parte de mi crecimiento, me acompañas todos los días y nunca estás a mi lado. Me ayudas a descubrir todo lo que desconocía que se podía llegar a sentir. Despiertas un sentimiento de protección agarrado de la mano a una gran impotencia que ya no aguantaban más y demasiado han tardado en estallar. 


Tan cerca que no me ves.

A las 9:21 pm la felicidad ha llamado a mi puerta. No podía creer que fuese ella la que me hablaba ahí no más, cerca mio, a mi lado... No podía creer que fuese ella la que estaba ahí de pie, plantada, entre la oscuridad, cuando he abierto la puerta. La he dejado entrar pensando que de alguna manera la convencería para que se quedase conmigo. No he podido. 


Nunca nos hemos detenido a contarnos nuestras vidas, pero creo que has podido comprobar que soy alguien con los sentimientos a flor de piel que jamás ha pretendido hacer intencionadamente daño a nadie. Por el contrario, a mí me lo han hecho, mucho. En ocasiones porque me lo he merecido y en otras muchas porque pienso que la vida, o el karma, han sido muy injustos.
Estaba deseando empezar mi nueva vida, una nueva vida en la que gracias a dios he conocido a personas maravillosas. Y en la que no se quién ni por qué decidió que aparecieras tú. Lo cierto es que fuiste un añadido que me dio un gran motivo más por el que abrir los ojos cada mañana. Y es que no sé cuándo ni cómo decidí que necesitaba a alguien a mi lado para ser feliz. No sé en qué momento me convencí de que sin la compañía de un hombre no me iba a sentir completamente 'llena'. Y si te digo que me acostaba todas las noches dando gracias por tenerte, creételo porque fue así desde el principio. 
Había un enorme vacío en mí que comenzaste a rellenar a un ritmo increíblemente acelerado, que muy pronto cesó y volvió a disminuir. Fuiste tú quien me devolvió la ilusión y a quien quise atarme para no separarme en mucho tiempo. 
Supongo que no entiendes lo que has sido para mí, a pesar de todo. 
No entiendes lo que necesitaba todo el cariño que tú me has dado. Lo que necesitaba tus mimos, estar entre los brazos de alguien, y pensé, que por fortuna, en los tuyos. Y de fortuna nada, por desgracia. 
Lo único que realmente sé de ti, no es que no sepas tratar a una mujer ni a alguien que te quiere, es que no tienes ni idea de tratar a una persona. Hacer daño ha sido tu pasatiempo favorito, ya fuese intencionadamente o no. Ver como cada vez me rompías un poquito más por dentro, dejar que me hundiese hasta el fondo, sin haber tenido ni una vez la intención de salvarme. 
No sé por qué te he querido, y no solo eso, te he querido como hacía tiempo que no quería a nadie, he sentido de nuevo cosas que ya había olvidado. Ya ves... he llegado a pensar que el mundo es un poco menos malo porque existes. Lo ridícula y decepcionada que me siento imagino que no hay cuerpo que pueda soportarlo. 
Pero aquí estoy una vez más en la historia de mi vida preguntándome qué hice tan mal para merecerme esto. Intentando comprender cómo a alguien a quien se lo he querido dar todo me ha despreciado y humillado de tal forma. A veces pienso que ha sido tu cobarde manera de desprenderte de mí por ser incapaz de decirme un "adiós" en condiciones. Me has machacado sin cesar hasta conseguir que yo misma decidiera que no podía soportarlo más. 
Pues aquí me tienes, en el punto al que por lo visto ansiabas que llegase. Aquí estoy, con mi almohada empapada en lágrimas, con mi corazón, mis sentimientos y todas mis buenas intenciones hechas pedacitos, acojonada por si alguien aparece en mi vida y vuelve a hacer lo que has hecho tú. Muerta de pánico por si continúo desprendiendo y dando amor a quien no se lo merece sin saberlo. Gracias, porque de algún modo creo que me has hecho ser más fuerte, y es lo que realmente necesito. 
No sé con qué quedarme de estos últimos meses, no sé que guardar para el recuerdo, no sé que ha quedado de ti. No sé quién eres, ni qué ha sido esto. Y desearía que no fuese así. Me abraza una gran tristeza que lleva tu nombre... 
Gracias, también, por los pequeños momentos de gloria que me has dado. Tengo no sé si la tremenda virtud o el enorme defecto de tender a aferrarme a lo bueno que haya habido, por escaso que sea. Y desde luego, ha sido muy poco, pero no por ello lo olvido... Sabes que eres diminuto pero lo que despertaste en mí es muy grande.

jueves, 2 de mayo de 2013

Hay veces que siento que mi cabeza con cuerpo y todo va a explotar. Llego a estados de stress que podrían considerarse un tanto anormales. Lleva a que me enoje de cualquier estupidez y con mucha facilidad. Hay veces que me dan ganas de llorar pero me la banco y demuestro ser fuerte. Soy.
Pero entre todo tengo en mi mente que tengo que tener paciencia y perseverar por lo que tanto anhelo.
Igualmente a veces me cansa la vida de estudiante, de ir de aquí para allá todo el tiempo y no poder quedarme quieta ni un segundo. Hay veces que creo que mi cabeza va a explotar, pero después recuerdo que estoy en plena adolescencia, y según las personas "son cosas normales que le ocurren a los chicos"...