Cosas innegablemes:
te reales: el hambre. El frío. La poesía. La música, el abrazo de alguien. El dolor de muelas. La dicha. La luz de las estaciones del año. Las voces que no oiremos más. El deseo de justicia. La falta de amor.
Cosas a las que acompaña un ligero dolor: no encontrar ya nada que leer.Volver a mi casa y ver a la gente en la esquina sufriendo hambre, frío, y no hacer nada. El empujón del lunes, los domingos por la noche. La mirada de las vendedoras en las tiendas de lujo, cuando se identifican con lo selecto de lo que venden.
Cosas que vienen por defecto en lugar de otras: la ambición. El dinero. Limpiar los cristales. Ordenar fotos. La ira. Los viajes.
Cosas que ocupan todo su espacio y tienen en sí mismas su propia suficiencia: atar los cordones a un niño. Leer un libro de un tirón, rodeándonos la noche. Cambiar el agua de las flores. La huella de un gorrión en la arena. El amor."
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